La incomprensible guerra de Córdoba contra sus árboles.
Los números que nos muestra la FUNAM (Fundación para la defensa del ambiente) sobre la tala indiscriminada de árboles en la provincia de Córdoba, evidencia que en las últimas décadas hemos arrasado con más del 90% del bosque nativo original. El descontrolado desmonte para el avance de las plantaciones de soja, los incontenibles incendios forestales a pesar del impuesto al fuego, y una profunda ignorancia con respecto al valor que el bosque y sus árboles tiene para la calidad de vida de los seres humanos nos han llevado un punto sin retorno. Actualmente, y como afirma el biólogo Raúl Montenegro, “en Córdoba no se puede sacar un solo árbol más”. Sin embargo la tala continúa, la Ley de Bosques provincial no contribuye con este verdadero desastre ambiental.
La ciudad de Córdoba es un reflejo de esta realidad y nos puede servir como síntesis para entender las verdaderas causas de este despropósito.
¿Qué se enseña?
Resulta emblemático que en las escuelas se mande a talar árboles. Sin embargo la Municipalidad recibió pedidos de extracción de árboles por parte de escuelas provinciales.
El motivo, en el caso del Primera Junta, fue que las raíces superficiales de algunos árboles levantaban baldosas de la vereda causando, aparentemente, algunos tropiezos. Desde EspaciosVerdes, el inspector de la zona, Daniel Wuerich, autorizó la extracción de 12 árboles, fresnos de entre 25 y 30 años, y de 5 a 8 metros de altura, en perfecto estado, en brotación, con nidos en sus copas. Los vecinos indignados, señalaban que si la “excusa” eran las veredas rotas, por que no se arreglaban, mostrando que estaban rotas en diferentes lugares y no por acción de los árboles. El ingeniero agrónomo de la empresa Ecotecno, Pablo Martinez, admitió ante los vecinos y padres, que podía solucionarse el problema podando las raíces superficiales, ensanchando las cazuelas y arreglando las veredas, pero que a él le pagaban por extraer los árboles. A pesar de la polémica el 29 de agosto (día del árbol) los ingenieros agrónomos Pozo y Papa, del Ministerio de Educación, decidieron continuar y se extrajeron en total 5 árboles. En el caso de la escuela Emilio Olmos, la tala de una tipa de más de 40 años y la poda severísima (dejando solo el tronco y algunas ramas principales) de otras tres, fue autorizada por la Municipalidad a pedido de la directora que temía que pudiesen caer, aunque no hubiera ningún antecedente de esto.
Las Autoridades ¿qué autorizan?
A pesar de que la Municipalidad cuenta con aproximadamente 10.000 empleados, en la sección de Agronomía de Espacios Verdes, de la Dirección de Parques y Paseos, hay 6 inspectores para los 480 barrios de la ciudad, y solo 3 de ellos operativos, ya que los otros no cuentan con movilidad. Además no pueden comunicarse con la central, desde que salen (8hs.) hasta que regresan (14hs.) En definitiva, la municipalidad tiene un frágil criterio de protección y una inexistente tarea de mantenimiento y control del arbolado urbano. La secretaria de Ambiente de la Provincia, que cuenta con una policía ambiental, no se mete en la jurisdicción de ningún municipio y además no consigue controlar los incendios y permite la deforestación.
Participación Ciudadana
Reforestar sirve, pero no para cambiar un árbol añejo, que hoy da sombra y oxígeno, por un arbolito raquítico que lo hará, con mucho esfuerzo y cuidados, dentro de 30 años.
Todos somos responsables, debemos exigirles a nuestras autoridades que cumplan con las ordenanzas pero también involucrarnos en la educación para cambiar conceptos atrasados y erróneos.
Es imperiosamente necesario generar la conciencia, de ver al árbol como nuestro mayor aliado, no como una molestia, un peligro ó un estorbo.
Si no queremos tener una ciudad de puro cemento y una provincia desértica, tenemos que cambiar esta manera perjudicial de relacionarnos con la naturaleza. Porque además el bosque nativo es el principal productor de agua, recurso que en nuestra provincia es de una escasez alarmante.
Solo la participación ciudadana puede garantizar un futuro mejor, saludable y armonioso para todos.
Podría parecer obvio pero evidentemente hace falta repetirlo: CUIDAR NUESTROS ÁRBOLES ES CUIDARNOS A NOSOTROS MISMOS.
Pablo Candi.
23 de septiembre, 2011.
2 comentarios:
Pablo me encanto tu nota sobre los árboles. Hasta que no haya una catedra en las escuelas primarias valorando la especio "árbol" vamos mal. La gente común ve a los árboles como licuadoras. Estoy ahora escribiéndole una carta a la Rectora para que declare peatonal la ciudad universitaria. Otro espacio que de a poquito se va llenando de cemento. En nombre los árboles gracias por tu nota que suma.
Gracias Mario, podes buscarme en facebook como Pablo Candi, así vemos que podemos hacer, estoy haciendo un documental sobre el tema, y cualquier aporte es bienvenido!
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